viernes, 12 de abril de 2013

Entrevista a doctor Ramiro Molina.


A raíz del estudio presentado por el Ministerio de Salud sobre el tema.

Doctor Ramiro Molina: “Las cifras de embarazos adolescentes son el resultado de un año político”

El académico de la Universidad de Chile y fundador del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA) además afirmó que “la idea de ofrecer un bono para madres jóvenes demuestra ignorancia pura”.

Francisca Hornig

En el año 2008, 40.927 menores de 19 años fueron madres; el año pasado, sólo 34.906 lo fueron. Estas cifras son parte del estudio presentado por el Ministerio de Salud, en el cual se destacó una baja de un 15% en el número de embarazos juveniles. El ministro Jaime Mañalich señaló que esto se debe a la implementación de políticas públicas como el Control del Joven Sano y los Espacios Amigables. Además, se oficializó la entrega obligatoria de pastillas anticonceptivas regulares y de emergencias a menores de 14 años en los consultorios. ¿Existe una baja en las tasas de fecundidad juvenil?

El académico de la Universidad de Chile, fundador del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA) y Maestro de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología, doctor Ramiro Molina, analiza las cifras entregadas por el ministro Jaime Mañalich, y se refiere a otros temas relacionados con el embarazo juvenil. “Las adolescentes más propensas a presentar este tipo de embarazos son aquellas que pertenecen a los grupos sociales más vulnerables, es decir, donde exista un bajo nivel económico y educacional”, es lo primero que afirma al sentarse en una de las sillas de la sala de estudio del edificio donde vive, en la comuna de Ñuñoa.

Según el médico, las principales causas de los embarazos juveniles en nuestro país son la baja autoestima de las jóvenes y sus proyectos de vida. “En el grupo socioeconómico más vulnerable, existen pocos proyectos de vida, ya que no hay un buen nivel de educación ni padres que sean ejemplo en desarrollo para sus niños; y por otro lado, la mayoría de las familias son desestructuradas, con bajos niveles de comunicación, violencia intrafamiliar, etcétera, y por lo tanto la menor queda con la autoestima baja, y  llegan los embarazos”.

Un reciente estudio del Ministerio de Salud destacó una baja de un 15% en las cifras de embarazo adolescente en los últimos cinco años. ¿Qué factores están actuando para bajar estas cifras?
El embarazo adolescente hay que mirarlo a largo plazo. En las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, del año 2010, si analizamos los números de nacidos vivos de menores de 15 años, en 1993 eran 863, aumentan con los años hasta bajar a 906 en el 2004, pero luego vuelven a subir hasta terminar con 963 bebés en 2010. Así no podemos concluir que efectivamente están descendiendo. Sí podemos decir que esto es un serrucho, y prácticamente se mantiene, ya que al calcular, resulta que el promedio es de 1000 nacidos al año. Entonces, si yo tomo a las niñas de 15 años, no es correcta la afirmación del estudio presentado por el Ministerio de Salud. En las menores de 15 a 19 años pasa algo similar. En el año 2009 existieron 39.627 embarazos. Si yo miro las cifras, ¿cómo puedo decir que bajan? Yo creo que dígitos mostrados son una mentira, una falla de la interpretación en las estadísticas que muestran los medios de comunicación, y pienso que eso es una falta a la ética y a moral, y no es querer enfrentar el problema. Y en un año político, cualquier cosa se va a decir. Si no tenemos la transparencia por parte del Ministerio de Educación, de Salud y de los sectores políticos, nunca vamos a poder resolver el problema porque no queremos reconocerlo.

¿Están influyendo los programas del Ministerio de Salud como el Control del Joven Sano o los controles en Espacios Amigables en la disminución de estas cifras? ¿Cómo?
Definitivamente sí, pero no suficiente en el desarrollo en el país. Existen tres pilares importantes para prevenir el embarazo adolescente. El más importante es el desarrollo. Otro pilar: la educación. Una buena calidad de educación en todo nivel, que debe incluir, y está por ley, educación sexual integral para enseñanza básica y media. Además, se necesitan lugares donde los jóvenes puedan tener libre acceso a la orientación en general, que muchas veces no la tienen en su casa, y en que esos recintos puedan ir los padres también a consultar. Y esta medida del Ministerio de Salud de desarrollar espacios específicos para atender a adolescentes, orientarlos y entregarles servicios es una súper buena medida, pero tiene que ser prácticamente en todos los consultorios del país, y eso no se ha logrado. Finalmente, el último pilar: los medios de comunicación, que tienen que estar difundiendo los lugares donde se está atendiendo y diseminar la información a todo nivel escolar.

El ministro de Salud Jaime Mañalich señaló que a partir del 28 de mayo la entrega de pastillas anticonceptivas regulares y de emergencia será obligatoria en consultorios para menores de 14 años. ¿Le parece una medida efectiva para seguir bajando las cifras en embarazo adolescente?

Sí, me parece que está dentro de las medidas efectivas. Una niña adolescente que sea de 14 años o menos, o de 19 años o menos, tiene todo el derecho a que se le dé el método anticonceptivo si se encuentra en riesgo de embarazo. Esto es un factor que contribuye pero no es el único, porque para ello debe existir educación, contacto y asesoría a los padres o tutores de esa niña, o bien tiene que haber un seguimiento del uso del método anticonceptivo porque si no, lo va a abandonar seguramente en el corto plazo.

El candidato presidencial Andrés Allamand ofreció un bono para madres adolescentes. Este ha sido criticado por otros candidatos, calificándolo casi de ofensa moral. ¿Qué opinión le merece esta medida? ¿Sería realmente efectiva?

Después del análisis que hemos hecho de las causas del embarazo, la única conclusión es que no existen medidas aisladas que prevengan el embarazo. Si se parte del pensamiento simple de que si uno le da anualmente $250.000 a una niña que se embaraza y que eso va a mejorar su estándar de vida y le va a facilitar el cuidado de su bebé, la verdad de las cosas es que primero es extraordinariamente poco, y además una medida aislada de ese orden no tiene ningún contexto de estímulo porque no tiene ninguna demostración científica.

¿Y cuáles serían las consecuencias de un bono de este tipo?
Puede estimular un embarazo adolescente, porque lo verán como un ingreso extra. Yo creo que este candidato tiene que revisar sus estudios en ciencias sociales y sus asesores tienen que estudiar más porque ofrecer algo así es ignorancia pura.

Finalmente, si bien es importante una baja en las cifras, me imagino que aún queda mucho por hacer. Como ginecólogo y miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, ¿hay alguna que ustedes estén implementando o proponiendo al Ministerio para que se realice?

Bueno, en esta materia estamos proponiendo una mejoría franca de los lugares donde se atienden a adolescentes, específicamente en el sector público, tal como ocurre en el sector privado. Hoy en día todas las clínicas privadas tienen lugares especializados para atender a jóvenes, ya que más vale prevenir que curar. Eso mismo el Ministerio de Salud lo está realizado con los Centros de Atención Familiar (CESFAM), que son importantes, pero dentro de éstos debe haber espacio para los adolescentes. También trabajamos con el Ministerio de Educación, que estaba desarrollando un programa de educación sexual que se desinfló, tanto en éste como en los gobiernos anteriores. La educación sexual es una vergüenza en este país porque sólo la tiene el sector privado, y en el sector público no hay ninguna inversión en capacitación de profesores en esta materia. Eso tiene que cambiar.

                      

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